EL MUNDO DE LOS MUERTOS- I
INTRODUCCION
En nuestro último
estudio, entramos al tiempo futuro, cuando empieza el Reino de Dios en la
tierra, no se puede hablar de esto sin hablar sobre la condición de los
muertos, por lo tanto iniciamos una
serie sobre el tema.
En esta primera
parte, veremos encabezados como ¿Quienes son los muertos?, ¿Que pasa después de
la muerte física?, Infierno y Paraíso. Mas adelante, si el todopoderoso lo
permite, entraremos a temas como La Reencarnación, El Lago de fuego, ¿Cómo será
la Resurrección final, en la Nueva Jerusalén? Así que amárrese los cinturones para
este nuevo viaje a través de la palabra de Dios.
Mucho hemos
escrito, sobre el libro de Apocalipsis en esta página: en la línea del tiempo,
hemos viajado al futuro, para describir el principio del Reino de Dios en la
tierra, pero poco se ha escrito sobre la otra cara de la moneda, El mundo de
los Muertos.
Del otro lado
suceden cosas paralelas con las que suceden aquí en la tierra, pero muchos
temas se relacionan mas con el otro lado, que con los acontecimientos de aquí,
tal es el tema de la resurrección, incluido en esta ocasión. Se hizo referencia
a la primera resurrección, en el tema: 144 MIL A MILENIO, con la ayuda de Dios
vamos a profundizar temas como paraíso e infierno que no fueron tratados.
Con
anterioridad escribimos el tema: CARNE, ALMA Y ESPIRITU, estos conceptos son básicos
antes de entrar a este tema, no quiera saber de álgebra, si no entiende
aritmética.
QUIENES SON LOS MUERTOS?
Debemos tener en cuenta que Dios ve la
muerte de una manera diferente a como la vemos nosotros, Dios les llama
muertos, a personas que están caminando físicamente sobre la tierra, para
nosotros están vivos, pero el punto de vista de Dios, es el que prevalece; 1 Pe 4: 6, Mt. 8: 22,
por otra parte, Dios les llama vivos a personas que hace mucho fueron
sepultados Lc.
20: 37, 38. También se da el caso, de que a personas que Dios da por
muertas, nosotros también, pues ya fueron sepultadas, se cumplen estas citas: Ec. 9: 5, 6; Sl. 146:
4
Dios les llama
muertos a personas con todas sus funciones físicas, porque están excluidos de
su presencia 2 Tes. 1: 9, viven sin Dios, viven
en la carne, por lo tanto su desaparición es cuestión de tiempo, entonces queda
claro que Dios no ve la muerte desde el punto de vista físico, sino desde un
punto de vista espiritual 1 Pe 4: 6, Jn. 6: 63.
Cuando Dios
declara, a una persona física muerta, es porque su alma no está guardada en
Dios, tiene que nacer de nuevo Jn. 3: 3. No está
inscrita en el Libro de la Vida, así es sólo cuestión de tiempo, para que ese
zombie encuentre su muerte segunda, si no se arrepiente Mt.
10: 28.
Lo increíble es
que hay personas físicas, que ya han alcanzado su muerte segunda, pues ya han
sido desechadas por Dios, para que no entren a su reino. Jd. 12, 13.
La verdad es
que en cuanto a la carne, todos estamos muertos, creyentes y no creyentes,
porque la carne no se somete a Dios ni puede Rm. 8: 7-10.
Estamos programados para una cantidad de años determinados Is. 40: 6-8; Rm. 5: 12.
Cristo murió en
la cruz, cargando los pecados del hombre para que este viva, pero no se refería
a vida en carne, sino en el espíritu, se refería al hombre interior, al alma. Rom. 7: 20- 25
Dios puede
alargar nuestros días estando en la carne, y nos puede ir bien si cumplimos con
sus mandamientos, para sujetar la carne a las cosas espirituales Pv. 3: 1- 4; Sgo 5: 1- 5.
Un creyente,
debido a su fe, puede salvar su alma, pero si practica por ejemplo el deshonrar
Padre y Madre, le puede ir mal estando en su carne y sus días pueden ser
acortados en la tierra. Ex. 20: 12. Esto es
palabra que salió de la boca de Dios. Mt.4: 4.
El peligro de
pecar estando en la gracia, esto es, trasgredir la ley deliberadamente, un día,
y otro día, es que puede llegar el momento en preferimos al pecado antes que a
Dios, porque el pecado nos parece demasiado bueno, ya no lo vemos como algo
malo, por lo tanto no tenemos que arrepentirnos, aunque Dios diga que es malo,
en ese momento ya no le estamos creyendo a Dios, hemos perdido la fe; entonces
pueden venir las pruebas que nos lleven al arrepentimiento o a negar la fe en
Cristo, en tal caso somos contados entre los muertos. Hb
10: 26- 31; 1Pe 11, 12.
¿QUE PASA DESPUES DE LA MUERTE FISICA?
El tema
anterior, es básico para entender este tema, recordemos que a quien nosotros
declaramos vivos sobre la tierra, puede ser que Dios lo de por muerto, Dios ve
al hombre interior que es el alma. Pero inmediatamente después de la muerte física,
¿muere siempre también el alma?
Hay citas bíblicas
que nos dan a entender que así es en algunos casos
Is.
26: 14.
Pero hay otras
citas que nos dan a entender, que después de la muerte física, la consciencia
no se duerme de inmediato. Ap. 6: 9- 11.
¿Entonces cómo
es?....Puesto que la palabra no se contradice, tenemos que concluir que ambos
casos suceden.
Si analizamos:
Mt. 10: 28...No temáis a los
que matan el cuerpo, mas el alma no pueden matar, temed más bien a aquel que
puede destruir el alma y el cuerpo en el infierno.
Si siempre que
muere el cuerpo, automáticamente también muere el alma, entonces tenemos que
concluir que el hombre sí puede matar el alma, pero la palabra dice que esto sólo es facultad de Dios, no del hombre, el cual sólo puede matar
el cuerpo. Entonces el alma que Dios quiere vive, aunque haya muerto su cuerpo,
y el alma que Dios quiere que muera muere, no solamente su cuerpo, además Dios
no tiene que esperar a que alguien mate el cuerpo de alguien cuya alma morirá,
sino que Dios mismo puede matar tanto el cuerpo como el alma, el es el dueño de
la vida.
Ahora bien, la
muerte de algunas almas no es en lo inmediato después de morir físicamente,
pero ya están condenadas, es sólo cuestión de tiempo tal como sucede con el
cuerpo físico, entonces al lugar donde van, donde morirán se llama gehena,
infierno o hades. La biblia hace separación entre la muerte y el hades Ap.6: 8. Pero la palabra Seol, incluye al Seno de
Abraham. Analicemos la parábola de Lázaro y el rico.
LAZARO Y EL RICO
Para algunos, Cristo en este relato, está describiendo
el paraíso y el infierno literalmente, pero para otros esto no es mas que una parábola,
nada real, por lo tanto concluyen que al morir el ser humano, es como en Ec. 9: 5, 6 que cesan sus pensamientos, emociones y
todo.
He aprendido a no irme a los extremos, pues casi
siempre la verdad está justo al centro, en el punto de equilibrio. Esto da
lugar a una tercera tesis, veamos:
Ciertamente el lenguaje del pasaje no es literal,
porque ¿qué paraíso es ese donde se pueden ver las almas padeciendo en el infierno?,
imagínese usted en ese paraíso viendo a sus amigos, conocidos y hasta
familiares gritando y usted sin poder hacer nada, este sería un paraíso ideal
para Nerón y demás que se deleitaban en el coliseo romano, con el sufrimiento
humano.
Sin embargo el relato esconde una verdad, como
todas las parábolas, y esa verdad guarda una relación estrecha con lo literal.
Concluyo entonces que paraíso
e infierno existen, pero no es como lo pintan.
EL LIBRO DE ENOC.
Este libro, debería
estar incluido en la biblia como canónico, pues contrario a otros libros
considerados Apócrifos, este no se contradice con el resto de la biblia, sino
que armoniza y complementa muchos conceptos, especialmente el tema de los espíritus
y los muertos. Este libro es legitimizado por la propia biblia, a Enoc se le
llama profeta, por lo tanto, hay que atender a las profecías de un profeta legítimo,
y todos sus escritos Jd. 1: 14, 15.
En Enoc Capítulo 22, él
dice que ve 4 pozos anchos y profundos, luego le dicen que son para los espíritus
de los muertos. Los pozos están separados, para hacer separación según cada
caso, especialmente hay uno que se separa de los demás, con una división
intermedia, este pozo es el lugar de descanso de los justos, donde brota una
fuente de agua viva. En. 22: 9
Es el mismo
caso de Lc 16, a este lugar se le llama el Seno de Abraham, aquí están los que
mueren en fe, la fuente de agua viva simboliza a Cristo.
En el pozo de
los justos, entran las almas y espíritus, ambos sobreviven al final. En los
pozos de los injustos, entran las almas con sus espíritus, pero sólo sobrevive
el espíritu, porque este, no muere. Decir espíritu, es como decir energía, la
cual ni se crea ni se destruye, sólo se transforma, nosotros somos fruto de
diferentes transformaciones de la fuente primaria, que es Dios.
PARAISO
Contrario a los
demás muertos, los que están en el Seno de Abraham, están en paz, no son
atormentados, duermen, pero pueden ser despertados al tiempo actual Ap. 6: 9-11; 14: 13. Se podría decir que tienen
felices sueños. Sus espíritus yasen en otros momentos dentro del Universo
Temporal, no en el momento actual. Muchos le llaman a esto el paraíso, pero es en la tierra, no en el
cielo al que iba Cristo; los que creen que es así, tienen que resolver el
problema del ladrón, crucificado al lado de Cristo; aseguran que subió al cielo
ese mismo día, pero Cristo no ascendió al cielo hasta después de su
resurrección y pasar 40 días en la tierra.
Hay que
concluir que el paraíso no es en el cielo al que iba Cristo, o que el ladrón no
subiría ese mismo día, sino que en ese día Cristo se lo dijo.
Nadie subió a
los cielos antes que Cristo, ni siquiera David Hch. 2:
34, Jn 3: 13
Hay citas que
nos muestran que ese paraíso, es en la tierra y es el Seno de
Abraham veamos
algunas:
Gn. 37: 35 Descenderé enlutado a
mi hijo, hasta el Seol. Y lo lloró su padre……, aquí la pregunta que
tenemos que hacernos es: ¿Sería Jacob llevado al infierno?...No lo creo, Si al
Seol o lugar de los muertos, pero sucede que ese lugar tiene divisiones entre
si, hay un pozo que es para los justos, a ese lugar iría Jacob.
Sl.
49: 15. Lo mismo puede
decirse acerca de David.
Lo mismo no
puede decirse de los inicuos Sl. 55: 23, Pv. 23: 27.
Todo esto en armonía
con la parábola de Lc. 16: 19.
La palabra contempla
que cuando Cristo murió físicamente, su espíritu, el cual no muere en ningún
momento, descendió al hades, al abismo,
Hch.
2: 27, predicó a los espíritus
encarcelados del tiempo de Noé 1 Pe. 3: 18- 20.
Al tercer día su espíritu se reunió con su alma. Regresó con las llaves de la
muerte y del hades Ap. 1: 17.
Pero en el siguiente
tema veremos como el cielo se puede juntar con la tierra.
CIELO, UNA DIMENSION SUPERIOR
La biblia nos
habla de al menos 3 cielos, pero cuando nos habla de los cielos de los cielos,
tenemos que concluir que son al menos 4 cielos, el cuarto es el hogar de Dios.
En esta página
hay una serie titulada CUERPO, ALMA Y ESPIRITU, ya se la recomendamos como básica
para este estudio, pero vamos a abundar un poco más.
Habíamos escrito,
que el primer cielo no se limita a las
nubes de la tierra sino a todo el universo físico, el mundo de la materia,
formada por átomos, a su vez los átomos formados por electrones, protones y neutrones,
entre otras partículas subatómicas. En ese sentido, la tierra está dentro del
cielo, y forma parte del primer cielo,
pero se hace una separación para tomar a la tierra como base, como una
plataforma, a partir de la cual, le llamamos Cielo a lo que está arriba.
Esto se debe a
que cada cielo tiene 3 dimensiones, siendo la tercera el cielo de las dos
restantes. Así tenemos para el espacio, 3 dimensiones, ancho, largo y alto, siendo lo alto el cielo del
espacio, pero todo el espacio a nivel universal, es el primer cielo cósmico.
Hay quienes le
llaman cielo, a cada dimensión, de esto hay partidarios en el Judaísmo, entonces
si cada cielo tiene 3 dimensiones, serían
9 dimensiones o 9 cielos. Prefiero 3 cielos con 9 dimensiones.
A partir del
primer cielo Cósmico, el Espacio, con toda la materia visible, incluye a la
tierra visible y a nuestros cuerpos físicos visibles con los ojos de la cara,
podemos avanzar hacia el próximo cielo Cósmico, en un viaje de dos direcciones
opuestas, es decir, mientras avanzamos hacia fuera, hacia lo que está más allá,
simultáneamente avanzamos en un viaje hacia el interior de nosotros mismos. De
hecho, una parte de nuestro ser, vive y pertenece al Segundo Cielo Cósmico,
luego esa parte nuestra, se posa sobre el cuerpo físico, como si se tratara de
una casa.
Pablo le llamó
a esto, nuestro hombre interior Rm. 7: 22- 25.
Podemos leer que Pablo relaciona al hombre interior con nuestra mente, pero no
es exactamente lo mismo, el hombre interior es nuestra alma.
Todo el
universo físico, es casa del segundo cielo que es superior.
El segundo cielo cósmico es el Tiempo, es también cuarta dimensión, ahí es donde se mueve la
mente, es superior al espacio si lo miramos hacia fuera, si miramos hacia
dentro nuestro nos encontramos a nosotros mismos, dentro de este nuestro cuerpo
físico, entonces nuestro verdadero Yo Soy, se mueve en las dimensiones del
tiempo que son: pasado, presente y futuro, esto no lo puede hacer el cuerpo físico espacial, pues es sólo
una casa.
Somos una historia única de vida en el tiempo,
usted puede tener recuerdos de su infancia que sólo Dios sabe, eso no pertenece
al espacio, pero negar que recuerdos como esos son los que los forman a usted,
es negarse a usted mismo, aunque parezca que sólo estén en su mente, su mente está
dentro del universo temporal, todo lo ocurrido en el espacio, se almacena en
este universo temporal, nada se escapa, todo está a vista de Dios, él puede ver
todos sus recuerdos y todos sus planes.
Luego tenemos
el tercer cielo que está por encima del tiempo y el espacio, es la cuna de la
vida, es el hogar de los espíritus, es la vida eterna. Es la entrada a la Eternidad. Aquí el futuro y el pasado
se hacen presente. Todos llevamos un espíritu eterno dentro nuestro Ec. 3: 11.
Donde este tu
tesoro, allí estará tu corazón, que es lo mismo que tu espíritu. ¡Cuidado si tu
espíritu está viviendo en la dimensión del pasado, atado a un recuerdo, con el
pegamento de una emoción! Busca a Dios, él quita la emoción, y te deja el
recuerdo sólo como una experiencia de aprendizaje. Morir físicamente así es
peligroso, eso sería como una cárcel para tu espíritu, el cual debe ser libre
en Cristo. Tu tesoro, debe ser Dios.
Ahora podemos comprender que los justos que
mueren físicamente, los que desde la antigüedad iban al Seno de Abraham, no
iban al tercer cielo, pero sí al segundo cielo del tiempo donde son guardados
para una resurrección de sus almas.
Pero ya dijimos
que todo el universo físico es casa del universo temporal, por lo tanto esta
tierra que vemos con los ojos de la cara no es otra cosa que la casa de una
tierra más segura, una tierra paradisíaca que existe en la mente de Dios donde vivirán
los justos para siempre Sl 37: 7-11, 21, 22.
Más llegará el día
en que esa tierra paradisíaca que ahora existe en el universo temporal, existirá
también en este universo espacial, y no está muy lejos.
PARAISO EN VIDA FISICA.
Si la tierra
paradisíaca no está lejana en el tiempo, para que se materialice, el paraíso,
ya está entre nosotros, en nuestro interior, puesto que es algo Eterno, y
llevamos un ser eterno dentro, nuestro espíritu, si se sujeta a la palabra, que
es Cristo, alcanza el paraíso. Es por eso que Cristo dijo que el reino de Dios
estaba en medio nuestro Mat. 3: 2; Mr. 17: 21.
El paraíso, no
es un lugar especifico, en un tiempo determinado, el paraíso es Dios mismo, es
su reino, es estar en comunión íntima con Dios, no importa si en esta vida o en
la otra vida.
Entrar al paraíso, es entrar al verdadero reposo de
Dios, ese es el Séptimo día, contemplado desde la eternidad y en la eternidad.
¿A caso cree usted que Dios creó los cielos y la tierra en una semana literal,
tal como la conocemos?....No, creer eso es ser ignorante y religioso, Pedro
dice que para Dios un día puede ser como mil años, pero podrían ser millones, o
miles de millones de años, sólo son tiempos cíclicos de 6 períodos iguales,
Dios está por encima del tiempo, el juega con el tiempo, es un ser eterno, el séptimo
día es la eternidad, sólo se entra a la eternidad estando en Dios.
Adán y Eva, estaban en el paraíso, puede haber sido
un hermoso lugar en la tierra, un jardín, pero eso sólo no es paraíso. Hoy día
hay lugares hermosísimos en la tierra, tanto paisajes naturales como culturales,
creados por el hombre, hay hoteles que parecen un paraíso, sin embargo
cualquier ciudadano en un hotel así, lleno de odios, celos y contiendas,
separado de Dios, no está en el paraíso, mas bien en su infierno personal.
El paraíso es estar en paz con Dios, en íntima
comunión, como estaban Adán y Eva, mientras creían y guardaban la palabra de
Dios, de no comer del árbol del conocimiento de lo bueno y lo malo. Se entra al
paraíso al hacerse ciudadano del reino de Dios, para eso hay que creerle al rey
de ese reino, creer conlleva a obedecer Heb. 4: 1- 11.
Si usted se siente solo/a, tiene escasez aun de lo básico,
se siente triste, teme al futuro y a la enfermedad etc., es simplemente porque
no ha creído a la palabra de Dios Jn 14: 23, 24.
Guardar la palabra, es creerla de corazón. Busque en la Biblia las citas
relacionadas a su caso, aférrese a ellas, guárdelas en lo más profundo de su
corazón, verá como todo empieza a florecer, con el tiempo su vida será sólo
paz, gozo, amor templanza etc. Son los frutos del espíritu, estará en el paraíso,
porque esto es un estado del espíritu, no importa donde esté, ni cuando, ni si está
en vida física, o si pasa a la otra vida, estará guardado/a en Dios.
GEHENA, INFIERNO, O
ABISMO.
Ya dijimos que
el infierno existe, pero no es como lo pintan, muchas almas ardiendo en un
fuego literal por la eternidad, es una barrabasada, una injusticia y algo
antibíblico. Este concepto sólo pudo caber en la mentalidad de los tiranos
religiosos, para gobernar mediante el terror.
Lo primero que
debemos saber es que el fuego es un símbolo de la ira de Dios, todo el que no
le cree a la palabra de Dios que es Cristo, permanece bajo la ira de Dios, es
contado como pecador. ¿Cuál es la condena para el que no cree?...Su condena es
según sus pecados, según sus hechos Ap. 20: 13.
Se imagina usted a un juez hombre, que a todo el que quebrante la mas mínima
ley, le envíe a la hoguera, tanto al que mata como al que se pase una luz roja
de semáforo. ¿Le parece justo?....Si los jueces humanos pueden ser justos para
dar una sentencia proporcional con la infracción, cuanto más el Juez del
universo, el verdadero juez justo.
Mat.
10: 28, nos dice que Dios
puede matar tanto el cuerpo como el alma en el Gehena, el nombre proviene del
lugar donde se incineraban los cadáveres
en las afueras de la ciudad, simboliza al infierno, si el alma muere, entonces no
está condenada a arder por siempre, ya pagó por sus hechos. Ap. 20: 14 dice que la
muerte y el hades son echados al lago de
fuego, dejan de existir. Queda claro que el infierno existe antes de la resurrección final, después de la muerte física,
pero Ap. 14: 9- 11;
20: 10 nos dice que los inicuos son atormentados por siempre,
entonces tenemos que preguntarnos, si ya su alma murió ¿Qué parte del inicuo
será atormentada por siempre?....Respuesta: su espíritu, el cual no muere.
Cuando Enoc menciona los pozos a donde van los muertos se refiere a los espíritus
Aquí tenemos
varias citas que muestran que los inicuos pueden pasar vivos al Seol, es decir
sus almas y espíritus, la consciencia de
existencia que no se ha apagado aun y la consciencia de quien es, como humano/a
Ap. 9: 6 nos
declara que la muerte huye de estos hombres, eso no es posible en cuanto a la
muerte física, cualquiera puede decidir suicidarse, y la muerte no huirá de
este, el Señor reprenda al diablo, que pone estas ideas suicidas en la mente.
Sl.
16: 10 declara que el alma
puede ver corrupción, esto se puede traducir como una consciencia activa
después de la muerte física, mientras el cuerpo se descompone, no se porque
encuentran esto tan increíble, si todas las noches nuestra consciencia sale
fuera del cuerpo, en nuestros sueños, y somos nosotros mismos, no otro. Sl. 9: 17; 55: 15, pero estando en Cristo, somos
librados del Gehena.
INFIERNO EN LA TIERRA
Santiago
3: 6 nos dice que la lengua
es inflamada por las llamas del infierno, queda claro que estando vivos en la
tierra, los seres humanos pueden ser alcanzados por las llamas del infierno,
pues al estar bajo pecado, y bajo la ira de Dios, el ser humano cosecha lo que
siembra.
Cristo dijo: no
es lo que entra por la boca lo que contamina al hombre, sino lo que sale por la
boca. Lo que sale son malos pensamientos, emanan del corazón y van a parar a la
lengua. Se deduce entonces que las llamas del infierno salen de un corazón no
arrepentido, lleno de odios, envidias, celos, tristezas etc. Estos son frutos
de la carne Gal. 5: 19- 21.
1 Pe
4: 6 nos declara que las
buenas nuevas se declaran a los muertos, para que sean juzgados en cuanto a la
carne desde el punto de vista de los hombres, pero vivan en cuanto al espíritu,
desde el punto de vista de Dios.
Lo primero que
interpretamos es que se trata de muertos espiritualmente, separados de Dios, pero
vivos carnalmente 2 Tes. 1: 6- 10.
Entonces si el
infierno es para los muertos, muchos de estos muertos pueden estar viviendo un
infierno, aun caminando sobre la tierra, simplemente por estar separados de
Dios espiritualmente.
Desde el punto
de vista de Dios, los muertos espirituales, lo están estando en su carne o
desencarnados, de todas formas están muertos, y el hades es para los muertos,
mas el espíritu no muere, por lo tanto es viable que el espíritu tome un ciclo
entre la vida y la muerte física, pagando por sus hechos, estando bajo ley, no
bajo gracia por no haber aceptado el sacrificio del Mesías. Abundaremos sobre esto y más en la próxima.
Feliz resto del 2015 y próximo 2016.
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