lunes, 28 de diciembre de 2015

EL MUNDO DE LOS MUERTOS- I

EL MUNDO DE LOS MUERTOS- I




INTRODUCCION

En nuestro último estudio, entramos al tiempo futuro, cuando empieza el Reino de Dios en la tierra, no se puede hablar de esto sin hablar sobre la condición de los muertos,  por lo tanto iniciamos una serie sobre el tema.
En esta primera parte, veremos encabezados como ¿Quienes son los muertos?, ¿Que pasa después de la muerte física?, Infierno y Paraíso. Mas adelante, si el todopoderoso lo permite, entraremos a temas como La Reencarnación, El Lago de fuego, ¿Cómo será la Resurrección final, en la Nueva Jerusalén? Así que amárrese los cinturones para este nuevo viaje a través de la palabra de Dios.


Mucho hemos escrito, sobre el libro de Apocalipsis en esta página: en la línea del tiempo, hemos viajado al futuro, para describir el principio del Reino de Dios en la tierra, pero poco se ha escrito sobre la otra cara de la moneda, El mundo de los Muertos.

Del otro lado suceden cosas paralelas con las que suceden aquí en la tierra, pero muchos temas se relacionan mas con el otro lado, que con los acontecimientos de aquí, tal es el tema de la resurrección, incluido en esta ocasión. Se hizo referencia a la primera resurrección, en el tema: 144 MIL A MILENIO, con la ayuda de Dios vamos a profundizar temas como paraíso e infierno que no fueron tratados.

Con anterioridad escribimos el tema: CARNE, ALMA Y ESPIRITU, estos conceptos son básicos antes de entrar a este tema, no quiera saber de álgebra, si no entiende aritmética.

QUIENES SON LOS MUERTOS?


 Debemos tener en cuenta que Dios ve la muerte de una manera diferente a como la vemos nosotros, Dios les llama muertos, a personas que están caminando físicamente sobre la tierra, para nosotros están vivos, pero el punto de vista de Dios, es el que prevalece; 1 Pe 4: 6, Mt. 8: 22, por otra parte, Dios les llama vivos a personas que hace mucho fueron sepultados  Lc. 20: 37, 38. También se da el caso, de que a personas que Dios da por muertas, nosotros también, pues ya fueron sepultadas, se cumplen estas citas: Ec. 9: 5, 6;  Sl. 146: 4
Dios les llama muertos a personas con todas sus funciones físicas, porque están excluidos de su presencia 2 Tes. 1: 9, viven sin Dios, viven en la carne, por lo tanto su desaparición es cuestión de tiempo, entonces queda claro que Dios no ve la muerte desde el punto de vista físico, sino desde un punto de vista espiritual 1 Pe 4: 6,  Jn. 6: 63.

Cuando Dios declara, a una persona física muerta, es porque su alma no está guardada en Dios, tiene que nacer de nuevo Jn. 3: 3. No está inscrita en el Libro de la Vida, así es sólo cuestión de tiempo, para que ese zombie encuentre su muerte segunda, si no se arrepiente Mt. 10: 28.

Lo increíble es que hay personas físicas, que ya han alcanzado su muerte segunda, pues ya han sido desechadas por Dios, para que no entren a su reino. Jd. 12, 13.
La verdad es que en cuanto a la carne, todos estamos muertos, creyentes y no creyentes, porque la carne no se somete a Dios ni puede Rm. 8: 7-10. Estamos programados para una cantidad de años determinados Is. 40: 6-8; Rm. 5: 12.
Cristo murió en la cruz, cargando los pecados del hombre para que este viva, pero no se refería a vida en carne, sino en el espíritu, se refería al hombre interior, al alma. Rom. 7: 20- 25

Dios puede alargar nuestros días estando en la carne, y nos puede ir bien si cumplimos con sus mandamientos, para sujetar la carne a las cosas espirituales Pv. 3: 1- 4; Sgo 5: 1- 5.

Un creyente, debido a su fe, puede salvar su alma, pero si practica por ejemplo el deshonrar Padre y Madre, le puede ir mal estando en su carne y sus días pueden ser acortados en la tierra. Ex. 20: 12. Esto es palabra que salió de la boca de Dios. Mt.4: 4.

El peligro de pecar estando en la gracia, esto es, trasgredir la ley deliberadamente, un día, y otro día, es que puede llegar el momento en preferimos al pecado antes que a Dios, porque el pecado nos parece demasiado bueno, ya no lo vemos como algo malo, por lo tanto no tenemos que arrepentirnos, aunque Dios diga que es malo, en ese momento ya no le estamos creyendo a Dios, hemos perdido la fe; entonces pueden venir las pruebas que nos lleven al arrepentimiento o a negar la fe en Cristo, en tal caso somos contados entre los muertos. Hb 10: 26- 31;  1Pe  11, 12.

¿QUE PASA DESPUES DE LA MUERTE FISICA?


El tema anterior, es básico para entender este tema, recordemos que a quien nosotros declaramos vivos sobre la tierra, puede ser que Dios lo de por muerto, Dios ve al hombre interior que es el alma. Pero inmediatamente después de la muerte física, ¿muere siempre también el alma?
Hay citas bíblicas que nos dan a entender que así es en algunos casos
Is. 26: 14.
Pero hay otras citas que nos dan a entender, que después de la muerte física, la consciencia no se duerme de inmediato. Ap. 6: 9- 11.
¿Entonces cómo es?....Puesto que la palabra no se contradice, tenemos que concluir que ambos casos suceden.

Si analizamos:

 Mt. 10: 28...No temáis a los que matan el cuerpo, mas el alma no pueden matar, temed más bien a aquel que puede destruir el alma y el cuerpo en el infierno.
Si siempre que muere el cuerpo, automáticamente también muere el alma, entonces tenemos que concluir que el hombre sí puede matar el alma, pero la palabra dice que esto sólo es facultad de Dios, no del hombre, el cual sólo puede matar el cuerpo. Entonces el alma que Dios quiere vive, aunque haya muerto su cuerpo, y el alma que Dios quiere que muera muere, no solamente su cuerpo, además Dios no tiene que esperar a que alguien mate el cuerpo de alguien cuya alma morirá, sino que Dios mismo puede matar tanto el cuerpo como el alma, el es el dueño de la vida.

Ahora bien, la muerte de algunas almas no es en lo inmediato después de morir físicamente, pero ya están condenadas, es sólo cuestión de tiempo tal como sucede con el cuerpo físico, entonces al lugar donde van, donde morirán se llama gehena, infierno o hades. La biblia hace separación entre la muerte y el hades Ap.6: 8. Pero la palabra Seol, incluye al Seno de Abraham. Analicemos la parábola de Lázaro y el rico.

LAZARO Y EL RICO

Para algunos, Cristo en este relato, está describiendo el paraíso y el infierno literalmente, pero para otros esto no es mas que una parábola, nada real, por lo tanto concluyen que al morir el ser humano, es como en Ec. 9: 5, 6 que cesan sus pensamientos, emociones y todo.
He aprendido a no irme a los extremos, pues casi siempre la verdad está justo al centro, en el punto de equilibrio. Esto da lugar a una tercera tesis, veamos:
Ciertamente el lenguaje del pasaje no es literal, porque ¿qué paraíso es ese donde se pueden ver las almas padeciendo en el infierno?, imagínese usted en ese paraíso viendo a sus amigos, conocidos y hasta familiares gritando y usted sin poder hacer nada, este sería un paraíso ideal para Nerón y demás que se deleitaban en el coliseo romano, con el sufrimiento humano.
Sin embargo el relato esconde una verdad, como todas las parábolas, y esa verdad guarda una relación estrecha con lo literal.
Concluyo entonces que paraíso e infierno existen, pero no es como lo pintan.

EL LIBRO DE ENOC.

Este libro, debería estar incluido en la biblia como canónico, pues contrario a otros libros considerados Apócrifos, este no se contradice con el resto de la biblia, sino que armoniza y complementa muchos conceptos, especialmente el tema de los espíritus y los muertos. Este libro es legitimizado por la propia biblia, a Enoc se le llama profeta, por lo tanto, hay que atender a las profecías de un profeta legítimo, y todos sus escritos       Jd. 1: 14, 15.

En Enoc Capítulo 22, él dice que ve 4 pozos anchos y profundos, luego le dicen que son para los espíritus de los muertos. Los pozos están separados, para hacer separación según cada caso, especialmente hay uno que se separa de los demás, con una división intermedia, este pozo es el lugar de descanso de los justos, donde brota una fuente de agua viva. En. 22: 9
Es el mismo caso de Lc 16, a este lugar se le llama el Seno de Abraham, aquí están los que mueren en fe, la fuente de agua viva simboliza a Cristo.

En el pozo de los justos, entran las almas y espíritus, ambos sobreviven al final. En los pozos de los injustos, entran las almas con sus espíritus, pero sólo sobrevive el espíritu, porque este, no muere. Decir espíritu, es como decir energía, la cual ni se crea ni se destruye, sólo se transforma, nosotros somos fruto de diferentes transformaciones de la fuente primaria, que es Dios.

PARAISO

Contrario a los demás muertos, los que están en el Seno de Abraham, están en paz, no son atormentados, duermen, pero pueden ser despertados al tiempo actual Ap. 6: 9-11; 14: 13. Se podría decir que tienen felices sueños. Sus espíritus yasen en otros momentos dentro del Universo Temporal, no en el momento actual. Muchos le llaman a esto el paraíso, pero es en la tierra, no en el cielo al que iba Cristo; los que creen que es así, tienen que resolver el problema del ladrón, crucificado al lado de Cristo; aseguran que subió al cielo ese mismo día, pero Cristo no ascendió al cielo hasta después de su resurrección y pasar 40 días en la tierra.
Hay que concluir que el paraíso no es en el cielo al que iba Cristo, o que el ladrón no subiría ese mismo día, sino que en ese día Cristo se lo dijo.
Nadie subió a los cielos antes que Cristo, ni siquiera David Hch. 2: 34,  Jn 3: 13

Hay citas que nos muestran que ese paraíso, es en la tierra y es el Seno de
Abraham veamos algunas: 

 Gn. 37: 35  Descenderé enlutado a mi hijo, hasta el Seol. Y lo lloró su padre……, aquí la pregunta que tenemos que hacernos es: ¿Sería Jacob llevado al infierno?...No lo creo, Si al Seol o lugar de los muertos, pero sucede que ese lugar tiene divisiones entre si, hay un pozo que es para los justos, a ese lugar iría Jacob.

Sl. 49: 15. Lo mismo puede decirse acerca de David.
Lo mismo no puede decirse de los inicuos Sl. 55: 23, Pv. 23: 27.
Todo esto en armonía con la parábola de Lc. 16: 19.

La palabra contempla que cuando Cristo murió físicamente, su espíritu, el cual no muere en ningún momento, descendió al hades, al abismo,
Hch. 2: 27, predicó a los espíritus encarcelados del tiempo de Noé 1 Pe. 3: 18- 20. Al tercer día su espíritu se reunió con su alma. Regresó con las llaves de la muerte y del hades Ap. 1: 17.

Pero en el siguiente tema veremos como el cielo se puede juntar con la tierra.

CIELO, UNA DIMENSION SUPERIOR

La biblia nos habla de al menos 3 cielos, pero cuando nos habla de los cielos de los cielos, tenemos que concluir que son al menos 4 cielos, el cuarto es el hogar de Dios.
En esta página hay una serie titulada CUERPO, ALMA Y ESPIRITU, ya se la recomendamos como básica para este estudio, pero vamos a abundar un poco más.
Habíamos escrito, que  el primer cielo no se limita a las nubes de la tierra sino a todo el universo físico, el mundo de la materia, formada por átomos, a su vez los átomos formados por electrones, protones y neutrones, entre otras partículas subatómicas. En ese sentido, la tierra está dentro del cielo, y  forma parte del primer cielo, pero se hace una separación para tomar a la tierra como base, como una plataforma, a partir de la cual, le llamamos Cielo a lo que está arriba.
Esto se debe a que cada cielo tiene 3 dimensiones, siendo la tercera el cielo de las dos restantes. Así tenemos para el espacio, 3 dimensiones, ancho, largo y alto, siendo lo alto el cielo del espacio, pero todo el espacio a nivel universal, es el primer cielo cósmico.
Hay quienes le llaman cielo, a cada dimensión, de esto hay partidarios en el Judaísmo, entonces si cada cielo  tiene 3 dimensiones, serían 9 dimensiones o 9 cielos. Prefiero 3 cielos con 9 dimensiones.
                                                                     
A partir del primer cielo Cósmico, el Espacio, con toda la materia visible, incluye a la tierra visible y a nuestros cuerpos físicos visibles con los ojos de la cara, podemos avanzar hacia el próximo cielo Cósmico, en un viaje de dos direcciones opuestas, es decir, mientras avanzamos hacia fuera, hacia lo que está más allá, simultáneamente avanzamos en un viaje hacia el interior de nosotros mismos. De hecho, una parte de nuestro ser, vive y pertenece al Segundo Cielo Cósmico, luego esa parte nuestra, se posa sobre el cuerpo físico, como si se tratara de una casa.

Pablo le llamó a esto, nuestro hombre interior Rm. 7: 22- 25. Podemos leer que Pablo relaciona al hombre interior con nuestra mente, pero no es exactamente lo mismo, el hombre interior es nuestra alma.

Todo el universo físico, es casa del segundo cielo que es superior.
El segundo  cielo cósmico es el Tiempo, es también cuarta dimensión, ahí es donde se mueve la mente, es superior al espacio si lo miramos hacia fuera, si miramos hacia dentro nuestro nos encontramos a nosotros mismos, dentro de este nuestro cuerpo físico, entonces nuestro verdadero Yo Soy, se mueve en las dimensiones del tiempo que son: pasado, presente y futuro, esto no lo puede hacer el cuerpo físico espacial, pues es sólo una casa.


 Somos una historia única de vida en el tiempo, usted puede tener recuerdos de su infancia que sólo Dios sabe, eso no pertenece al espacio, pero negar que recuerdos como esos son los que los forman a usted, es negarse a usted mismo, aunque parezca que sólo estén en su mente, su mente está dentro del universo temporal, todo lo ocurrido en el espacio, se almacena en este universo temporal, nada se escapa, todo está a vista de Dios, él puede ver todos sus recuerdos y todos sus planes.
Luego tenemos el tercer cielo que está por encima del tiempo y el espacio, es la cuna de la vida, es el hogar de los espíritus, es la vida eterna. Es la entrada a la Eternidad. Aquí el futuro y el pasado se hacen presente. Todos llevamos un espíritu eterno dentro nuestro Ec. 3: 11.

Donde este tu tesoro, allí estará tu corazón, que es lo mismo que tu espíritu. ¡Cuidado si tu espíritu está viviendo en la dimensión del pasado, atado a un recuerdo, con el pegamento de una emoción! Busca a Dios, él quita la emoción, y te deja el recuerdo sólo como una experiencia de aprendizaje. Morir físicamente así es peligroso, eso sería como una cárcel para tu espíritu, el cual debe ser libre en Cristo. Tu tesoro, debe ser Dios.

 Ahora podemos comprender que los justos que mueren físicamente, los que desde la antigüedad iban al Seno de Abraham, no iban al tercer cielo, pero sí al segundo cielo del tiempo donde son guardados para una resurrección de sus almas.

Pero ya dijimos que todo el universo físico es casa del universo temporal, por lo tanto esta tierra que vemos con los ojos de la cara no es otra cosa que la casa de una tierra más segura, una tierra paradisíaca que existe en la mente de Dios donde vivirán los justos para siempre Sl 37: 7-11, 21, 22.


Más llegará el día en que esa tierra paradisíaca que ahora existe en el universo temporal, existirá también en este universo espacial, y no está muy lejos.

PARAISO EN  VIDA FISICA.

Si la tierra paradisíaca no está lejana en el tiempo, para que se materialice, el paraíso, ya está entre nosotros, en nuestro interior, puesto que es algo Eterno, y llevamos un ser eterno dentro, nuestro espíritu, si se sujeta a la palabra, que es Cristo, alcanza el paraíso. Es por eso que Cristo dijo que el reino de Dios estaba en medio nuestro Mat. 3: 2; Mr. 17: 21.

El paraíso, no es un lugar especifico, en un tiempo determinado, el paraíso es Dios mismo, es su reino, es estar en comunión íntima con Dios, no importa si en esta vida o en la otra vida.
Entrar al paraíso, es entrar al verdadero reposo de Dios, ese es el Séptimo día, contemplado desde la eternidad y en la eternidad. ¿A caso cree usted que Dios creó los cielos y la tierra en una semana literal, tal como la conocemos?....No, creer eso es ser ignorante y religioso, Pedro dice que para Dios un día puede ser como mil años, pero podrían ser millones, o miles de millones de años, sólo son tiempos cíclicos de 6 períodos iguales, Dios está por encima del tiempo, el juega con el tiempo, es un ser eterno, el séptimo día es la eternidad, sólo se entra a la eternidad estando en Dios.

Adán y Eva, estaban en el paraíso, puede haber sido un hermoso lugar en la tierra, un jardín, pero eso sólo no es paraíso. Hoy día hay lugares hermosísimos en la tierra, tanto paisajes naturales como culturales, creados por el hombre, hay hoteles que parecen un paraíso, sin embargo cualquier ciudadano en un hotel así, lleno de odios, celos y contiendas, separado de Dios, no está en el paraíso, mas bien en su infierno personal.

El paraíso es estar en paz con Dios, en íntima comunión, como estaban Adán y Eva, mientras creían y guardaban la palabra de Dios, de no comer del árbol del conocimiento de lo bueno y lo malo. Se entra al paraíso al hacerse ciudadano del reino de Dios, para eso hay que creerle al rey de ese reino, creer conlleva  a obedecer Heb. 4: 1- 11.

Si usted se siente solo/a, tiene escasez aun de lo básico, se siente triste, teme al futuro y a la enfermedad etc., es simplemente porque no ha creído a la palabra de Dios Jn 14: 23, 24. Guardar la palabra, es creerla de corazón. Busque en la Biblia las citas relacionadas a su caso, aférrese a ellas, guárdelas en lo más profundo de su corazón, verá como todo empieza a florecer, con el tiempo su vida será sólo paz, gozo, amor templanza etc. Son los frutos del espíritu, estará en el paraíso, porque esto es un estado del espíritu, no importa donde esté, ni cuando, ni si está en vida física, o si pasa a la otra vida, estará guardado/a en Dios.
                                                                                     
GEHENA, INFIERNO, O ABISMO.

Ya dijimos que el infierno existe, pero no es como lo pintan, muchas almas ardiendo en un fuego literal por la eternidad, es una barrabasada, una injusticia y algo antibíblico. Este concepto sólo pudo caber en la mentalidad de los tiranos religiosos, para gobernar mediante el terror.

Lo primero que debemos saber es que el fuego es un símbolo de la ira de Dios, todo el que no le cree a la palabra de Dios que es Cristo, permanece bajo la ira de Dios, es contado como pecador. ¿Cuál es la condena para el que no cree?...Su condena es según sus pecados, según sus hechos Ap. 20: 13. Se imagina usted a un juez hombre, que a todo el que quebrante la mas mínima ley, le envíe a la hoguera, tanto al que mata como al que se pase una luz roja de semáforo. ¿Le parece justo?....Si los jueces humanos pueden ser justos para dar una sentencia proporcional con la infracción, cuanto más el Juez del universo, el verdadero juez justo.

Mat. 10: 28, nos dice que Dios puede matar tanto el cuerpo como el alma en el Gehena, el nombre proviene del lugar donde se incineraban  los cadáveres en las afueras de la ciudad, simboliza al infierno, si el alma muere, entonces no está condenada a arder por siempre, ya pagó por sus hechos. Ap. 20: 14 dice que la muerte y el hades  son echados al lago de fuego, dejan de existir. Queda claro que el infierno existe antes de  la resurrección final, después de la muerte física, pero Ap. 14: 9- 11;  20: 10 nos dice que los inicuos son atormentados por siempre, entonces tenemos que preguntarnos, si ya su alma murió ¿Qué parte del inicuo será atormentada por siempre?....Respuesta: su espíritu, el cual no muere. Cuando Enoc menciona los pozos a donde van los muertos se refiere a los espíritus
Aquí tenemos varias citas que muestran que los inicuos pueden pasar vivos al Seol, es decir sus almas y espíritus,  la consciencia de existencia que no se ha apagado aun y la consciencia de quien es, como humano/a

 Ap. 9: 6 nos declara que la muerte huye de estos hombres, eso no es posible en cuanto a la muerte física, cualquiera puede decidir suicidarse, y la muerte no huirá de este, el Señor reprenda al diablo, que pone estas ideas suicidas en la mente.


Sl. 16: 10 declara que el alma puede ver corrupción, esto se puede traducir como una consciencia activa después de la muerte física, mientras el cuerpo se descompone, no se porque encuentran esto tan increíble, si todas las noches nuestra consciencia sale fuera del cuerpo, en nuestros sueños, y somos nosotros mismos, no otro. Sl. 9: 17; 55: 15, pero estando en Cristo, somos librados del Gehena.

INFIERNO EN LA TIERRA

Santiago 3: 6 nos dice que la lengua es inflamada por las llamas del infierno, queda claro que estando vivos en la tierra, los seres humanos pueden ser alcanzados por las llamas del infierno, pues al estar bajo pecado, y bajo la ira de Dios, el ser humano cosecha lo que siembra.

Cristo dijo: no es lo que entra por la boca lo que contamina al hombre, sino lo que sale por la boca. Lo que sale son malos pensamientos, emanan del corazón y van a parar a la lengua. Se deduce entonces que las llamas del infierno salen de un corazón no arrepentido, lleno de odios, envidias, celos, tristezas etc. Estos son frutos de la carne Gal. 5: 19- 21.

1 Pe 4: 6 nos declara que las buenas nuevas se declaran a los muertos, para que sean juzgados en cuanto a la carne desde el punto de vista de los hombres, pero vivan en cuanto al espíritu, desde el punto de vista de Dios.

Lo primero que interpretamos es que se trata de muertos espiritualmente, separados de Dios, pero vivos carnalmente 2 Tes. 1: 6- 10.

Entonces si el infierno es para los muertos, muchos de estos muertos pueden estar viviendo un infierno, aun caminando sobre la tierra, simplemente por estar separados de Dios espiritualmente.
Desde el punto de vista de Dios, los muertos espirituales, lo están estando en su carne o desencarnados, de todas formas están muertos, y el hades es para los muertos, mas el espíritu no muere, por lo tanto es viable que el espíritu tome un ciclo entre la vida y la muerte física, pagando por sus hechos, estando bajo ley, no bajo gracia por no haber aceptado el sacrificio del Mesías. Abundaremos sobre esto y más en la próxima.




  Feliz resto del 2015 y próximo 2016.

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