EL MUNDO DE LOS MUERTOS IV

  

            INTRODUCCION

En la parte III de esta serie, quedamos en que todas las almas estaban de pie ante el gran trono blanco. Estas almas habían sido vivificadas por su espíritu de humano, pero además tenemos a espíritus ángeles, por encima del espíritu humano, que es como su cuerpo, ahora estos ángeles son como cabezas de estas almas, tienen responsabilidad y van al juicio final que es para los espíritus.

En Cuerpo, Alma y Espíritu II, vimos como los ángeles de Cristo luchan contra los ángeles del dragón, pero ambos están relacionados con la parte humana, son estos ángeles que entregan la parte humana, y mueren como mártires, pues la parte humana es como una casa para estos. Pero los ángeles caídos se apegan a la casa, y a sus posesiones antes que a Dios. Ahora estos ángeles caídos serán juzgados, y junto a sus almas perdidas, Irán al lago de fuego.

Pero no podemos profundizar sobre el lago de fuego sin antes abundar sobre El Tártaro, porque son términos muy relacionados.

 Habíamos prometido hablar sobre La Nueva Jerusalén, pero debido a la necesidad de introducir el tártaro, la N. J. será en un próximo tema, para no hacerlo demasiado extenso.

 EL TARTARO

En Wikipedia encontramos que según la mitología griega, el tártaro es un profundo abismo, usado como mazmorra de sufrimiento, y una prisión para los titanes, se encontraba en el inframundo, mas profundo que el hades.

Algunas biblias dicen que los ángeles caídos fueron lanzados al infierno 2 Pe 2: 4, mientras que otras biblias no dicen infierno, sino Tártaro. Si, estos ángeles son los carceleros de los perdidos, entonces no están limitados al infierno, el tártaro debe tratarse de una prisión mayor para los ángeles, acceden al hades, pero pueden salir de allí, mas no del tártaro.

Veamos otras citas, 2 Pe 2: 17. ... La más densa oscuridad, reservada para siempre.

Judas 6  Ángeles guardados en oscuridad, en prisiones eternas, reservados para el juicio.

Pero aquí tenemos un dilema, si ya están en prisiones eternas, ¿para qué un juicio? Supongamos que mueran, entonces no serían prisiones eternas, ¿o si? A este dilema y más nos vamos a enfrentar más adelante.

TARTARO, PRISIONES ETERNAS

Para entender este misterio, debemos auxiliarnos del libro de Enoc, el cual demostramos en la parte I de esta serie, que es digno de ser canónico.

Enoc 14: 4, 5 nos dice que: Los ángeles rebeldes no volverán al cielo, por siempre, y la prisión es en la tierra por la eternidad.

Desde la perspectiva del cielo, lugar de plenitud y libertad, todo lo que no esté allí, está en un lugar inferior,  una forma de prisión, que bien puede ser no física, sino algo relacionado a la mente y el corazón.

El cielo es un estado del espíritu, en comunión con Dios, sin esa comunión con Dios, no importa el lugar físico donde estemos, no estamos en el cielo, porque Dios llena los cielos y la tierra y más allá  Jer. 23: 24.

 Por eso dice la palabra: No hay paz para los inicuos Is. 57: 21. No tendrán descanso ni de día ni de noche, los que tienen la marca de la bestia Ap. 14: 11

El cielo es la eternidad, y estos ángeles pierden su eternidad, cayendo al cosmos del tiempo y el espacio, el tiempo empieza a correr para estos, es como una cuenta regresiva, pero simultáneamente, no pierden su eternidad, de lo contrario no se hablaría de prisiones eternas, este es el dilema que tenemos que resolver.

TARTARO Y LA RUEDA DE LA CREACION

En la parte II, de esta serie, hablamos sobre la rueda de la creación Sgo3: 6. Una rueda es algo cíclico, se repite indefinidamente, sin llegar a un final.

 La creación de divide en 6 días divinos, no de hombres, son períodos de tiempo, pueden ser eras, el séptimo día es el reposo de Dios, es la eternidad, fuera del ciclo de la rueda, en el tercer cielo, por encima del tiempo y el espacio.

 Los ángeles que pecaron fueron arrojados al tártaro, esto es lo  mismo que entregados a la rueda de la creación, en un ciclo perpetuo, pero sin entrar al reposo de Dios, en la eternidad,  (ver primera parte de esta serie), por lo tanto, la rueda de la creación y el tártaro, son cosas similares, pero no todos los humanos estamos confinados necesariamente a la rueda de la creación.

¿ESTAMOS TODOS LOS HUMANOS EN EL TARTARO?

Siendo usted humano/a, no ha de agradarle que esté confinado/a al tártaro, igual que los ángeles caídos, su cuerpo físico si es parte de la rueda de la creación, pero su alma y espíritu, no necesariamente.

Si usted aceptó a Cristo como señor y salvador, su alma ha sido inscrita en el libro de la vida, para entrar a la eternidad en los cielos, su espíritu pertenece a las regiones de arriba. Jn: 8: 23

La gran batalla en el universo, es entre los espíritus, los de arriba y los de abajo, los hay que ya están plenamente identificados, pertenecen arriba o abajo, pero también los hay que no se han definido, si se van para arriba, o se quedan abajo, ahí estamos hablando de humanos.

 El cielo y el tártaro son dos polos opuestos, como la parte (+) y (-) de la electricidad, no pueden estar juntos, si se juntan es para guerrear, y hay liberación de energía en el plano material, que es inferior al espiritual. Los espíritus humanos son como el neutro de la electricidad, estamos en el espacio- tiempo.

 Los de arriba pertenecen a la eternidad, los de abajo a la infinidad espacial, pero ambos son parte del amplio cosmos, y liberan energía en el espacio- tiempo. 

 Vamos a ver las 3 categorías de espíritus en el universo.

3 TIPOS DE HUMANOS

Caminando sobre la tierra, todos nos vemos iguales, como humanos, con cuerpos físicos diferentes, pero semejantes.

Según la clasificación universal, no todos somos humanos, porque aunque hay humanos plenos en cuerpo, alma y espíritu, también hay espíritus extraterrestres que se visten de humanos, para conquistar a los espíritus humanos hacia su bando, donde han de pasar la eternidad, los hay también, que vienen del cielo como ángeles encarnados, y los hay como demonios encarnados, ángeles caídos. Abundemos sobre esto.

1-     ESPIRITUS NUEVOS, DE HUMANOS

   

Estos espíritus están indefinidos, hasta el juicio final, ahí se definirá su morada eterna, si en el cielo o en el tártaro. Estos espíritus primeramente nacen como humanos, luego de morir físicamente, pueden tener varias reencarnaciones, (ver parte II) para dar oportunidad a ser purificados 1Cor. 1: 11.

 En la parte III de esta serie, podemos ver como todos los espíritus están siendo reunidos como humanos, en su última reencarnación, antes de ir al juicio final, es la última oportunidad, y eso está ocurriendo en la actualidad. De esta forma espíritus que existieron antes de que Cristo viniera,  son traídos a la vida, para predicarles las buenas nuevas, todos tienen la oportunidad de arrepentirse.

 Los espíritus humanos empiezan con la creación del hombre, Dios sopla su espíritu y Adán llegó a ser alma viviente, esa alma tiene el potencial de convertirse en un espíritu eterno, sea de arriba o de abajo. Pero ya había otros espíritus en el universo, los ángeles fueron creados antes que el hombre.

2- ESPIRITUS ANTIGUOS PUROS

Comenzando con el espíritu de Cristo, el primero, Ap. 3: 10, hay otros espíritus ángeles que le siguen, y han permanecido fieles a Dios.

 Estos espíritus están en el cielo y en la tierra, apareciendo como humanos físicamente, pero espiritualmente son ángeles del cielo.

En el estudio Cuerpo, Alma y Espíritu II, vemos como estos ángeles pelearon contra el dragón desde la tierra como humanos, y desprecian sus cuerpos físicos, sin importar la muerte física, porque saben cual es su morada eterna Ap. 12: 11.

Cada cierto tiempo los ángeles de Dios y los caídos, se encuentran en la tierra, muchos encarnados como humanos de ambos bandos, para librar una gran batalla Heb. 2: 14.

Los ángeles caídos quieren esclavizar a la humanidad, los ángeles de Dios se lo impiden, ya se acerca la batalla final, donde la humanidad será liberada, los humanos que aceptan la gracia inmerecida, mediante los méritos de Cristo, los demás humanos serán confinados al tártaro junto a los ángeles caídos, pero sus espíritus.

3- ESPIRITUS ANTIGUOS ECHADOS DEL CIELO

Estos renegaron del señor desde tiempos antiguos, mas bien se identificaron con el cabeza de todos los rebeldes, Satanás, la serpiente antigua. Para algunos Satanás no existe, dicen que esa palabra sólo significa adversario, bien este ángel, se constituyó en adversario de Dios, y otros le siguieron.

También son los antiguos vigilantes que abandonaron el cielo, y se unieron con mujeres, creando una generación de gigantes.

 Los gigantes existen hoy día, pero no busquemos hombres de 3 mts de altura, son humanos con una capacidad gigante, para subyugar a los demás, para asirse del poder, acumular riquezas, sin tomar a Dios en cuenta, porque aman el poder y las riquezas más que Dios. Ap. 19: 18;  Ez. 39: 18- 20.

Estos tienen apariencia de humanos, pero sus espíritus son extraterrestres, cayeron del cielo a la tierra Ap. 12: 9. En la actualidad se están preparando para el Armagedón, porque no entregan su poder sino mediante la guerra.

 En el estudio Trompetas y Tazones II, hablamos sobre las langostas que salen del abismo, el humo nubla los aires, no son más que los espíritus de demonios que empiezan a emerger naciendo como humanos, comienzan a tomar posesión, con la idea de formar un gobierno mundial, esto desde la época de Napoleón. Ver Trompetas y Tazones I

 Estos ya están en el tártaro, son los mismos de Jud. 6, ya han sido desechados del cielo, están confinados a la rueda de la creación, a nacer y morir indefinidamente, siempre perdiendo el alma, pero el espíritu no muere. Dn. 12: 10;  Jud. 12, 13

Con el siguiente tema, vamos a aclarar el dilema, de cómo es que los ángeles caídos están en prisiones eternas, pero van a un juicio final donde perecerán, y ahí entramos al Lago de fuego.

LAGO DE FUEGO.

Ap. 20: 15 El que no se hayo inscrito en el libro de la vida, fue lanzado al lago de fuego.

Esto es uno de los misterios más grandes del universo, y está registrado en la biblia. Hay muchos conceptos sobre el lago de fuego, lo primero en aclarar es que no se trata de algo literal, Apocalipsis está lleno de figuras y símbolos para representar otra realidad.

Para resumirlo, en el lago de fuego perece toda alma para siempre, es la muerte segunda del alma, pero los espíritus sobreviven. El lago de fuego es una trampa magnética, para la energía del pensamiento, como un pozo negro, donde las almas son regresadas al pasado hasta el punto donde no existían, y perecen para siempre.

DIFERENCIA ENTRE LAGO DE FUEGO Y TARTARO

Hemos hablado sobre el tártaro, y aunque son conceptos relacionados, hay una diferencia. El lago de fuego es parte del tártaro; si tártaro es como una rueda, la rueda de la creación, el lago se encuentra al fondo de la rueda, y todo lo que pasa por ese fondo, sufre una pérdida, irreparable, aunque una parte sobrevive, sólo para hacer el circuito de nuevo, regresar otra vez al fondo y experimentar la misma pérdida, es una purificación, es el purificador más fino del universo, es un pozo negro, lo único que sale de ahí es el espíritu, porque este es eterno.

Como ya vimos, el espíritu sobrevive a todo, porque es una extensión de la vida del mismo Dios, pero  ese espíritu queda en el tártaro, sin acceder al cielo, en la rueda de la creación esas son las prisiones eternas, naciendo y reencarnando y perdiendo identidades para tomar otras. Como si fueran parte de cuerpo de Dios, que se renova constantemente, pero los espíritus del cielo, son como la cabeza, como las neuronas cerebrales, conservan registros, su identidad, sus almas, no mueren, son conciencias sin un cuerpo físico definido, pudiendo cambiarlo sin perder su identidad, su verdadero cuerpo es celeste, inmaterial.

 Los de tártaro son consciencias apegadas a un cuerpo, al perder el cuerpo, pueden sobrevivir por un tiempo en otros cuerpos, pero al final se pierde la consciencia de sí mismos, y no entran a la eternidad, pero queda una consciencia de existencia, un yo vivo que puede entrar a un nuevo cuerpo y adquirir una nuevas identidades.

Así queda explicado el gran dilema, de cómo es que los perdidos dejan de existir en el lago de fuego, así como deja de existir la muerte y el hades, pero están en prisiones eternas, 

 Ap. 20: 6, 14;  21: 8;  Ez. 28: 17- 19.    Mt. 25: 46;  Ap. 20: 10.

Su alma o yo soy, perece en el lago, pero su espíritu o yo vivo, sigue en el tártaro para volver a tomar nuevas identidades, que pasarán otra vez por el lago, en ciclo eterno.

DIFERENCIA ENTRE LAGO E INFIERNO

Lago de fuego no es lo mismo que hades, infierno ni gehena, porque hades es lanzado al lago al final Ap. 20: 14.

Algunos piensan que gehena es lo mismo que lago, no puede ser, porque Dios mata el cuerpo y el alma en el gehena, luego esas almas que habían muerto, resucitan para el juicio final, cuando aparece el lago de fuego, es la segunda resurrección general para las almas, no para cuerpos físicos que van al polvo, y son reciclados  en la tierra. Mt. 10: 28.

Infierno o gehena, es una versión menor del lago de fuego, es para las almas humanas, donde se pierden, mueren, como vimos en el tema de REENCARNACION, en esta serie.

Cuando muere un ser humano, su cuerpo vuelve al polvo, permanece en el universo espacial, pero su mente se va al universo temporal, si es salvo Dios le guarda, de lo contrario inicia un viaje hacia el pasado, pero cree que todo es presente, pasa por cada momento de su vida, que vivió, lo repite y paga por todos sus errores, hasta llegar al momento cuando aun no había nacido, entonces desaparece su identidad, sólo queda el espíritu, el yo vivo.

Una vez que se pierde la identidad y sólo queda un yo vivo, pueden regresar por la misma corriente magnética terrestre,  pero ahora en sentido contrario, es una consciencia lista para entrar a un nuevo cuerpo, su alma pereció en gehena, Dios le mató  Sl 104: 29, 30.

El infierno es real, es una trampa magnética, que atrapa a las almas y las conduce al centro de la tierra, en esa corriente magnética, va la consciencia de los condenados, el pensamiento son ondas de energía,  pero para ellos viajan al pasado, sin darse cuenta.

 Los espíritus humanos reencarnan, hasta el juicio final, cuando tienen la última oportunidad para ser inscritos en el libro de la vida.

De no ser así van al lago de fuego, la muerte segunda que es para las almas que ya habían muerto en gehena y resucitado en el juicio final, esas almas perecen por siempre, pero sigue vivo el espíritu, que ahora pasa al tártaro, su morada eterna junto a los ángeles caídos.

Los ángeles también tienen almas, es un yo soy largo, comparado con el humano, que es más o menos de un siglo, mientras que el de los ángeles puede ser de milenios o más, hasta Dios la tiene, Dios es el gran Yo Soy eterno, que lleva a otros a la eternidad.

En el lago de fuego estos ángeles caídos pierden su yo soy largo, regresando a un principio, a un yo vivo, que puede entrar a un cuerpo nuevo, para empezar un nuevo ciclo en la rueda de la creación, al reino vegetal, luego animal hasta regresar a humano, para hacer guerra contra Dios y regresar al lago de fuego que también es cíclico, así permanecen en confusión perpetua, siempre perdiendo su identidad propia Dn 12: 2.

 Los ángeles caídos,  tienen memoria de antes de venir a la tierra, experiencias por todo el universo físico,  en su viaje al pasado, tienen el mismo proceso, pero su energía mental entra a un pozo negro del universo, el cual le lleva al pasado más remoto.

 Pueden ir al principio de la formación de la tierra, cuando todo era fuego volcanes y un paisaje sombrío Enoc 18: 11- 16,

 Ahí permanecen hasta desaparecer como almas, pero no como espíritus, esa energía limpia es regresada al universo, para reiniciar la rueda de la creación, en un circuito perpetuo. Por eso la biblia compara a los ángeles con estrellas, están caen a los pozos negros, pero de estos salen chorros de energía limpia, que se expande por el universo, da lugar a nuevas entidades, y regresan a la tierra. Dan.8: 10;  Jud 13;  Ap.9: 5, Job. 38: 7.

Paz de Cristo, el viene!